Un día de estos, me fugo, me escapo, hacia un país paralelo, a un polo opuesto, para empacarme junto a los abrazos mas dulces, las miradas mas esperanzadoras, las risas mas prolongadas. Me llevaré las notas romanticas, los papeles de caramelo, los besos que conservo; enfrascare toda mi antigua alegría, todos mis soles y mis estrellas contadas, todas las verdades y las confesiones de invierno; me escaparé tan lejos, que nadie escuchara mis pasos, seguiré los otoños por el mundo, y me desharé de todas las desilusiones y quemaré todas mis espectativas.

Recorreré todos los vagones, todas las burbujas, para llenarlos de ruido, hasta que no suenen mas voces familiares. Para no esperarte mas, para no defraudar mas, para no perder mas.

Me iré y sobrevolaré mis pesadillas, despacharé el miedo, y me quedaré acompañada de mi propia soledad. Conservando solo los buenos recuerdos, sin dar marcha atrás.