Tengo miedo de hacer lo inevitable, tengo miedo de hundir mis manos en tu pegajoso recuerdo, tengo miedo y no se hacia donde huir.

Tengo ganas de ir y volver, de ser una persona, un ser viviente que no tenga miedos.

Tengo sueños que no alcanzan la puerta de salida, que se pierden en mi mente y se suicidan; tengo frío en mi interior y tu calor se aleja, se extingue, se va.

Tengo hambre de besos y caricias, tengo ganas de devorar tus palabras y beber tus razones.

Tengo ganas de fumar tus silencios, inyectarme tus palabras, en mis venas, en mi piel, en mi sangre, en mi.

Tengo ganas de nadar en un lago de misterios y ahogarme en los suburbios de la locura.

Tengo muchas palabras y poca tinta.

Tengo muchas lágrimas y poco tiempo.

Tengo tanto de ti, aquí en mis versos, en mi cuarto, en mis lápices, en mi ropa, tengo tanto de lo que querías entregarme, y tú… me tienes.

Me tienes hundida en el fracaso, tropezando con tu mirada, escapando de los autos sin gente. Me tienes aquí extasiada con tu recuerdo, que de tanto pensarlo desaparece, me tienes aquí y no sabes como llegar…