Creo que hoy no tengo ganas de quererte, solo me permitiré soñar con lo poco que me queda de tu esencia rebelde y me dejare hundir mi nariz en el perfume ausente de un “Te Quiero”, creo que esta noche no me preocupara el sonido de los gatos que maúllan dentro de casa, ni del reloj que con cada tic-tac martillea mi podrido cerebro. Creo que esta noche, solo seré yo y mi cama. Creo que hoy será mi noche, mátame después, que mañana tu derrumbe afrodisíaco me despierte, cuando reconozca que no estas, cuando asuma que han pasado ocho meses y varios días desde que pienso las mismas cosas, cuando vea que estoy sola encerrada en tus palmas sangrientas de sed. Cuando la televisión se apague de pura inercia, mátame después y déjame poner en off mis sueños infantiles, déjame congelar los momentos que me tocaron verte sonreír.
Déjame creer que no eres lo que eres y que en realidad no me arrancaste el alma con tu huesuda mano, déjame quererte como hoy no tuve ganas, solo por si te falta calor, deja que la vida me siga odiando, déjame extrañarte las siguientes noches de mi vida, pero esta no, esta será nuestra despedida, la oficial, esa que no querías, esta noche me dejaré embrujar por tus mentiras y no me importará que te sea indiferente, esta noche no habrá llantos, ni silencios, no habrá “Perdóname” ni “Gracias”, esta noche solo serás tú, no quiero tu falsa caballería, ni quiero tus rosas marchitas, esas que amaba, porque esta noche será el comienzo, o el final del comienzo. Y que el día después de mañana, guardaré esta noche en mi maleta de viajes, para guardarte en mi memoria, como un sueño dulce… y afectuoso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario