Sabelo!

Si buscas un buen consejo, un lindo poéma, una descripción de un bónito auto, de la familia perfecta, si por alguna casualidad buscas noticias importantes, diversion y buenos temas, te diría que salgas de este Blog. Porque no tengo nada de eso para ofrecer en mi vitrina, pero si de todos modos te quieres burlar un poco de mi autoestima, adelante, bienvenido :)!

24 mayo, 2011

terrapin.

Abro mi puerta más cercana a la ventana azul, que guarda todos aquellos juguetes de infancia y encapsula todos los carruseles acaramelados de antaño.
Tiro a la basura mi mejor vestido, junto con las gafas de sol del 98`. Juego a ser un cisne cuello negro que floja en vertientes rojas. Sueño con las mejores noches que nunca tuve.
Uso el ritmo cardíaco de mi corazón sin uso para correr de nuevo hacia los brazos de un embustero, que se fuga  por la puerta de entrada los sábados por la madrugada. Grito sin voz, el susurro de un gorrión al nacer en la víspera de mi cumpleaños número infinito.
Me duermo, antes de que mis párpados censuren el cielo colapsado de refugios, antes de que los animales revivan sus furias, antes de que el sol choque con los océanos.
Finjo, que estoy aquí todavía, finjo... esperar el orgullo envuelto en papel celofán. Finjo que lavo mis pies en polvo celestial que ensucia mis pasos con crema moka. Finjo que como palabras esculpidas por un viejo vendedor de muebles de arcilla.
Vivo, en mi hábitat, en mi norte y su sur, en las líneas en blanco de un diario de vida. Vivo, sucia de tanta gula. Cómo corneas de piedra. Vivo... buscando el paradero más seguro a este viaje infinito de lunas, vivo con la mirada perdida a no sé donde, para llegar no sé cuando con no sé quien; y resurgir al alba, con las hadas durmientes que ríen junto al zorro del príncipito.
Busco seguridad en una nube de púas, que respaldan mi autismo. Busco más allá del horizonte perdido, un guía de tanta locura, que pierda la cordura después de pensar.
Entonces despierto el asombro de los elefantes de la India, que juegan a ser simios hambrientos que no tienen que comer.
Soy la reina muerta de la miseria, la que no razona en busca de súbditos.
Abro mas puertas, que me llevan al país de las maravillas, donde Alicia juega a ser real y tangible, donde los conejos cuentan los segundos del día después de sus idas y vueltas.
Abro mi caja de pandora, esperando encontrar la llave a tantas puertas cerradas que hay en mi inconsciencia, que se vuelve colectiva y permanente.
La culpa, la culpa de ser alguien que no soy hace que suba al avión del jazz, que me coma todas las frutas prohibidas del jardín de mi Edén.
La culpa de soñar con el vecino y de tener más que los que no tienen... eso me vuelve insistente a abrir y cerrar mis propias puertas.

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