Dear:
De pura euforia te hubiera dicho que si, como negarme a tanta dulzura, a tanta caligrafía perfecta, a tanto abrazo conmovedor, tanto beso inesperado, como decirle que no al gangter más rudo?, a mi manzana?, mi piedra?, como podría equivocarme tantas veces seguidas?.
Solo que no puedo decirtelo, es un secreto, mi secreto, nuestro.
Quiero que lo sepas sin saberlo, que me escuches con los oídos tapados, que sepás que cada vez que me quieras, yo iré.
Pero no te lo diré, hasta que el sol salga y salude tu espalda, hasta que tus huesos se muevan como imanes a los míos.
Que esta soledad me está matando, que supongo que lo sabes, lo sospechas, que nosé, quizá te quiero.
Que me muero de ganas de pedirte permiso para tomar tu mano; de escuchar música juntos y verte reir, protegerte del pasto, hacerte cariño, acurrucarme en tu mirada, decirte mis secretos, y no querer irme nunca más.
Llamarte, quererte, esperarte, y esperar el momento adecuado para decirte todo esto, que pienso y escribo, porque Cat Stevens me salvó la noche.
Porque eres mi última esperanza, o mi golpe de suerte.
Espero escribirte más seguido.
Siempre aquí.
Fragile Heart.
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